Mensaje de el Hermano Victor G. Juarez a la Iglesia Gran Comision Oxnard.
Referencia: Génesis 22; Juan 3:16
La Akedah es la ofrenda de Isaac por su padre, Abraham. Era una prueba, pero también un misterio. Al final de la prueba, Dios selló un pacto con Abraham. En un pacto así, cada una de las partes tenía que estar dispuesta a hacer lo que la otra estuviera dispuesta a hacer.
Ahora vamos a abrir el misterio.
Abraham estuvo dispuesto a ofrecer a su hijo como sacrificio. Por lo tanto…
Por lo tanto, Dios, tenía que estar dispuesto a ofrecer a su Hijo…como sacrificio.
El padre lleva a su hijo sobre un pollino a la tierra del sacrificio.
Y entonces Dios tendría que llevar a su Hijo sobre un pollino a la tierra del sacrificio… Domingo de Ramos …el Mesías va sobre un pollino hasta el lugar del sacrificio.
El padre pone la madera del sacrificio sobre los hombros de su hijo…
Dios pone la madera del sacrificio, la cruz, sobre los hombros del Mesías.
El hijo lleva la madera por el monte hasta el lugar del sacrificio…
El Mesías lleva la madera hasta el lugar del sacrificio.
El padre pone a su hijo sobre la madera y lo ata.
El Mesías es puesto sobre la madera de la cruz y atado a ella.
El padre levanta el cuchillo del sacrificio, pero lo detienen …
El cuchillo, el juicio de Dios, es elevado… pero no es detenido. El Mesías muere sobre la madera del sacrificio.
¿Sabe lo que aparece en este relato por primera vez en toda la Escritura?
La palabra “amor”. El primer amor en la Biblia viene de este relato, el amor del padre por el hijo… al igual que el primer amor en existencia fue el del Padre por el Hijo. Y, sin embargo, el Padre estuvo dispuesto a ofrecer al Hijo de su amor para salvarnos. ¿Y qué revela eso? Si Dios ofreció al Hijo de su amor para salvarnos, entonces debe de amarnos con el mismo amor con el que amó al Hijo. Como está escrito:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.”
Juan 3:16
Por lo tanto, nunca tiene que preguntarse cuánto le ama Dios. La señal ya está ahí en la madera del sacrificio… Tanto como Él ama a su Hijo unigénito…el mayor amor en toda la existencia…así de inmenso es su amor…por usted.
La misión: Hoy, piense en el precio de amor que se pagó por usted, y viva su vida de igual manera como un sacrificio de amor a Él.