Serie: Damas Al Servicio de Dios
Hermana Lili Córdova
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
Lectura Principal: Filipenses 2:14, RVR1960
A primera instancia de quien nos quejamos es de Dios. O, de lo que Él permite en nuestras vidas.
La queja y murmuración son una señal del corazón que no esta agradecido por las cosas que el Señor trae.
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Filipenses 2:14-15, Reina-Valera 1960
Primero: Tengamos presente que la queja es un pecado directo contra Dios.
Segundo: Tomar en serio cuando nos quejamos. No justificarlo, confesar nuestra queja, y arrepentirnos cada vez que lo hacemos.
Tercero: Seamos intencionales a la hora de agradecer. Seamos más agradecidas.
Cuarto: Pidamos a Dios nos ayude a confiar en su soberanía. Saber que siembre Él es sabio. Que Dios nos ayude a tener siempre presente lo compasivo que Él siempre ha sido con nosotras al salvarnos.
Nuestra pregunta para el día de hoy es:
¿En nuestro diario vivir o quejamos más o somos agradecidas?